jueves, 1 de enero de 2015

Paralelas divergentes



ADVERTENCIA: Solo para los que tienen ganas de perder un rato leyendo… Si no es tu caso, puedes leer la última línea directamente…

Por definición, líneas paralelas son aquellas que transcurren en un mismo plano y nunca se unen aun tendiendo al infinito, por lo que el título elegido para este post parece incongruente… ¿no?

En un plano temporal, las vidas de las personas se pueden considerar paralelas, ya que la dirección de cualquiera de ellas la marca siempre un vector que se orienta desde el pasado hacia el futuro y transcurren a la vez y sin unirse ni separarse hasta que una de ellas es truncada por la muerte.

Se habla de vidas paralelas cuando en el devenir de la existencia de las personas la biografía es coincidente en muchos puntos, de manera que aun teniendo en cuenta los hitos particulares de cada una de las vidas, se asemejan hasta parecerse mucho.

En realidad, nuestras vidas están llenas de hitos, y cuando la miramos muy detalladamente, esos hitos son casi infinitos.

Podríamos decir que un hito en mi vida es el sonido del despertador. Cuando suena, algo cambia en mi estado mental, entro en alerta y se que me tengo que levantar, pero el libre albedrío me da el poder de decidir si es ahora o dentro de unos minutos, permitiéndome el placer de regodearme esos últimos instantes del calor de una buen manta.

Viéndolo así, nuestras líneas de vida, transcurren de forma “casi” paralelas, ya que aunque ciertamente no pueden perder la orientación pasado-futuro, en cada hito, en cada decisión consciente o inconsciente se forma un punto de divergencia, donde uno puede decidir una cosa y otro, otra. La posibilidades son infinitas, y dado un hito, cada uno puede tomar la decisión que le venga en gana, produciendo mini rupturas en el paralelismos de nuestras vidas.

En la hipótesis de los universos paralelos, se asume que en el big bang  no se origino un solo universo, sino toda una caterva de ellos que en principio iniciaron su andadura, digamos que en paralelo, teniendo un mismo origen aunque cada uno de ellos arrastra en su propio ser su propio tiempo.

Abundando en esta hipótesis, hay quien defiende la pluralidad de estos universos en un numero infinito, de manera que unos serán muy parecidos al nuestro, otros serán totalmente diferentes e incluso, siendo su numero infinito, deberían existir algunos idénticos. Estos, si son absolutamente idénticos, aun con su propia línea temporal, transcurrirán hacia el futuro de forma paralela , ya que los hitos que van marcando micro rupturas en su tejido serán igualmente idénticos.

En esa hipótesis de los universos paralelos, se plantea una posibilidad que tiene que ver mas con la física cuántica que con la realidad que palpamos en nuestro día a día, dándole carácter de “realidad posible” a cada hito que se produce.

Volviendo al simple ejemplo del sonido del despertador, supongamos que al sonar podemos tomar varias decisiones. Tomemos las dos variables habituales de levantarnos o quedarnos acostados un rato más. En este hito, en la micro ruptura de nuestra línea de vida, se generan un par de líneas divergentes: una que nos hará levantarnos de un salto y otra en la que permaneceremos en la cama. Cada una de ellas generaría un nuevo universo posible, aunque en realidad solo seriamos conscientes de uno de los dos, o bien de aquel en el que nos levantamos o bien de aquel en el que permanecemos acostados.

En el siguiente hito en cada uno de los universos posibles nuestra línea de vida ira divergiendo  un poco más, de manera que en el siguiente salto universal las líneas de vida se separarían cada vez más, y así en cada hito.

La comprensión de esta hipótesis requiere de un gran abstraccionismo, ya que indica que cualquier realidad es posible, y más que eso, en alguno de los universos, real, con independencia de cual sea nuestro acto o nuestra actitud, aunque solo seremos conscientes de la línea de vida en la que nuestro yo es consciente (en cada uno de los otros universos, nuestro yo es consciente de su propia realidad). En cada hito, aparece un nuevo yo consciente de su realidad y cada vez más separada de la nuestra, más divergente.

Por otra parte, indica que cada uno de nosotros, va moldeando la realidad que existe a su alrededor, de manera que lo cotidiano, los árboles de la calle, nuestra familia, nuestros amigos, las guerras, el amor, la vida, solo adquiere esa cualidad de real, de material, cuando la percibimos, sin una existencia previa en nuestras líneas de vida, aunque transcurrirán con nosotros en nuestro recorrido por ese universo en el que nos hacemos conscientes.

Este “tocho pseudo-científico-filosófico” en el que hoy me estoy enrollando es para intentar hacer ver que hagamos lo que hagamos, en uno de nuestros futuros la realidad se ajustará necesariamente a lo que deseamos, aunque en muchos otros será un desastre. La pena, lo triste del asunto es que solo será consciente de ello el “nuestro yo” que deambule por una de nuestras infinitas líneas de vida.

Puede parecer, viéndolo desde esta perspectiva, que nuestro futuro está escrito, ya que cualquiera de las posibilidades se dará en uno de los infinitos universos paralelos, que siguiendo una línea temporal paralela a la nuestra, conformará una realidad cada vez más divergente

Sometiéndonos a una realidad, llamémosla “terrenal”, lo cierto es que en nuestro horizonte consciente irán apareciendo los frutos de nuestras decisiones, y en este universo, desde el que, este yo que aquí escribe es consciente, esas decisiones marcarán el futuro y el final de mi línea de vida (y las líneas de vida de todo aquello que me rodea y que solo por el hecho de que yo soy consciente, de que existo y siento mi entorno, adquieren una realidad palmaria) y el final de todo aquello que para mi es real, que perderá esa realidad cuando yo pierda la consciencia de la mía propia, cuando deje de sentirlo…

Es por eso por lo que debo ser muy meticuloso con mis decisiones, ya que cada hito de mi vida marca un sin fin de posibles futuros, y aquel que me toca sentir, quiero que sea el mejor de los mejores.

Escribo mi propia historia, y en ella no me gusta la desigualdad, ni el terror de las guerras y los fanatismos, no me gusta el hambre ni la enfermedad, no me gusta el abuso ni el mal uso de los escasos recursos de la humanidad,  no me gustan las actitudes discriminatorias ni la violencia machista, no me gusta la pobreza ni el valor que le dan al dinero los inmensamente ricos, no me gusta la cobardía ni mirar hacia otro lado, no me gustan las clasificaciones ni los estándares, ni la mentira, ni las medias verdades, no me gusta que se aprovechen de mí, ni de nadie, no me gusta quedarme callado ni me gusta poner en valor lo que no vale nada, no me gusta la quietud cuando lo que merodea es un temporal, no me gusta que intenten decidir por mi y no me gusta que no quieran oír mi opinión, no me gustan los gritos ni la sinrazón, no me gusta la fuerza impuesta ni dar las cosas por sentado, no me gusta el liberalismo desmedido ni igualar por lo bajo, no me gustan los que coartan libertades y respeto a quien las defiende, no me gustan los castigos y prefiero los premios, no me gustan la religiones, ni el cielo, ni el infierno…

Me gusta  que todos seamos iguales aún dentro de nuestras diferencias, me gusta defender las ideas con palabras y no con bombas, me gusta razonar y no creer a pies juntillas, me gusta hablar y ser oído, me gusta oír lo que otros tienen que decir, me gusta la sanidad universal y la colaboración entre personas, me gusta que los ricos cedan parte de sus riquezas a los pobres y la justicia igual para todos, me gusta la cultura y el arte, la música y la naturaleza, la familia y la gente a la que quiero y admiro, me gustan todos los colores y creo que somos una sola raza, me gusta la idea de un paraíso terrenal del presente, no de después de la muerte, donde deberíamos vivir y desarrollarnos, me gusta mi vida, mi universo particular y que sea lo más parecido a lo que anhelo.

Otros, pensarán de forma distinta, y es respetable.

A fin de cuentas, cada uno de nosotros crea su propio futuro con sus actos y sus decisiones.

Este, en el que tengo consciencia de vivir, quiero hacerlo rectamente, quiero tomar decisiones arriesgadas, no quiero que piensen por mi, quiero que cada hito marque claramente un antes y un después, que signifique una mejora en mi propia vida y en la vida de todos, quiero aventurarme en imposibles, quiero ilusionarme y crear ilusión, quiero ir modelándolo hasta dar forma a ese universo perfecto (o casi) en el que quiero que mi línea de vida, algún día, termine.

L o cierto es que prefiero crear mi propio futuro en vez de recrear el de otros...

Teniendo en cuenta las infinitas posibilidades, uno de mis "yos", lo va a conseguir, seguro, aunque otros muchos fracasarán en el intento… Espero que en ese futuro que ando construyendo estéis todos vosotros, buena gente… casi en paralelo conmigo, acompañándome, en mi línea…de vida… y recordad, no siempre hay que correr en paralelo, también lo podemos hacer divergentemente… o justo al contrario… pero siempre hacia el futuro, sin pasos atrás…

FELIZ ENTRADA DE AÑO (espero para todos)

Jose Ramiro, bloguero