lunes, 20 de enero de 2014

Salir del armario



Cualquiera que lea el titulo de este post, pensará seguramente que voy a regodearme en las últimas noticias, en los últimos rumores, que indican que, con toda probabilidad, Mariano Rajoy es gay.

Pues no.

Me importa poco la identidad sexual de este señor (y de cualquier otro señor y señora), y su vida personal me la trae al pairo.

Poco me importan sus aventuras de cama o sus amores escondidos, poco me importa que sea verdad o mentira. En cualquier caso, es su vida, su persona, su intimidad, y ese es un ámbito en el que ni yo, ni nadie, incluidos los programas basura de las televisiones "populares" y algún “popular” medio escrito debería entrar.

Hace algún tiempo, cuando Felipe de Borbón decidió casarse con una periodista, surgieron voces del fondo de las cavernas criticando la unión de una persona de sangre azul con una plebeya, y me importo exactamente lo mismo.

Al príncipe, al Rey, a las Infantas, al presidente del gobierno o a cualquier otro, mientras lo sean, o mientras la sociedad les permita mantenerse en esos puestos privilegiados que les otorga su nacimiento en un caso y las urnas en otro, si hay algo que exigirles es que se comporten según el papel para ellos reservado, en lo social, en lo político, en los problemas de España y en su representatividad.

Después, cuando cuelguen el uniforme de "embajadores de las Españas", de grandes estrategas políticos, nos la debe refanfinflar, que diría Maria Moliner.

A Rajoy, como presidente que lo es de todos los españoles, aunque el se niegue a reconocer que solo gobierna para los que tienen dinero o están a su lado en la derecha de las derechas, solo hay que pedirle que sea eso, un buen presidente para los españoles y que cuide del pueblo que le ha encomendado el gobierno de este país.

No lo está haciendo, y eso si que es criticable, no el hecho de que posiblemente no haya salido del armario.

Aunque bien mirado si que ha salido del armario, aunque de otro armario. Él y otros como él.

Antes de ser elegido presidente, daba una imagen de señor moderado, tanto en sus formas como en sus actos, tanto, tanto, que podía llegar a parecer simpático.

Pero un día, las urnas lo encumbraron al poder de una forma inesperada. Esas elecciones las gano el partido popular, no por que su proyecto político para el país, (por cierto incumplido casi en su totalidad, con la excepción de la ley del aborto) ganara en aquel concurso de votos, sino por que la otra parte, los socialistas que estaban en el poder habían decepcionado de tal forma a sus votantes que estos decidieron castigarlos. Fueron los votos de menos del PSOE los que le dieron la victoria, no los de más del PP (el numero de votos del PP permanece en la practica casi invariable de una elección a otra).

Históricamente es así. La derecha, mantiene sus votos cautivados con una forma de gobernar que siempre favorece al que mas tiene, que hace favores y que no olvida a quien se los hace, se alimenta de votantes que se dicen liberales pero que no les gusta la libertad de los que no piensan como ellos, mientras que el voto de izquierdas, siempre mucho mas crítico, huye del que lo hace mal, castiga con su ausencia a los que no cumplen con las tareas asignadas por las urnas.

Lo que si me importa, eso si, es que hayan salido del armario en ese otro sentido, en el ideológico, del que parecen sentirse menos avergonzados.

Han salido, y con que fuerza.

Atacando los pilares del estado del bienestar, destrozando lo público, favoreciendo lo privado. Bajando las condiciones laborales y salariales de los pocos que mantienen su puesto de trabajo a niveles de países tercermundistas, han roto la igualdad de oportunidades entre estudiantes, han hecho desaparecer las políticas de genero, andan privatizando la sanidad y favoreciendo a empresarios de su corte político, han llevado a las comunidades a despertarse del sueño español para cada uno retomar sus sueños independentistas, se han cargado leyes que en derecho estaban ajustadas y aceptadas por la gran mayoría de españoles y legislan a golpe de decreto, hacen valer su mayoría parlamentaria tumbando una y cada una de las propuestas y protestas de todo lo que no huela a bancada popular, han hecho renacer las dos Españas y a no mucho tardar seremos mas de dos, están luchando, o eso es lo que parece, para que el terrorismo no desaparezca del todo y cerrando las fronteras a golpe de cuchillas, han potenciado las fuerzas represoras del estado y han politizado la justicia de tal modo que ya dentro quedan pocos hombres justos.

La derechización del gobierno, de Rajoy y de sus ministros, de fiscales y jueces afines, de dirigentes policiales y de los tribunales hasta de más alta instancia no puede traer nada bueno.

El renacer de ideologías de ultraderecha, incluso dentro de sus filas es un hecho, y vuelven a aparecer partidos a la derecha de la derecha, como el recién llegado Vox, partido de Ortega Lara, del que no me cabe duda de su posición política, o de baja definición, como ciudadanos y otros que no se sabe muy bien donde situarlos, calcos de UPyD nacidos al calor del hastío de los votantes (aunque yo, si me preguntaran, también los pondría a la derecha)

Y en la izquierda, rompiendo la poca e histórica fidelidad del votante hacia partidos concretos, aparecen espejismos (Podemos, Pablo Iglesias) de partidos que nunca serán algo más que poco o nada, pero que quitarán unos pocos votos necesarios a una izquierda que si algo necesita ahora mismo es un atractor común, algo o alguien capaz de reconducirla a puestos ganadores, alguien o algo, capaz de hacer ver a la gente que no es lo mismo la izquierda que la derecha, aunque en algunos matices se parezcan.

Las primarias "de pago" del PSOE no son mas que otro “espejismo democrático” con el que calmar los ánimos de gentes decepcionadas con los dirigentes actuales, una especie de "co-pago" para tener derecho a lo que ya nos lo dá la constitución gratis, que es elegir a nuestros representantes políticos.

Teatro de teatros, políticos manchados de corrupción que se esconden en los avatares diarios de la nación para pasar desapercibidos, cual armario donde parapetarse. Disciplina de voto que rompe el principio democrático de libertad. Teatro para complacientes espectadores.

Más les valdría tocar suelo, sentir lo que el pueblo, para saber que hacer. Ya vale de comedia, de risas y de sobres, de sobre sueldos y de escándalos de financiación, de comisiones y de amiguismo, de dineros en suiza o en paraísos fiscales, de empresas superpuestas y de dietas y privilegios, de coches oficiales y del batallón de consejeros que los acompañan, ya basta de decir que España va bien, frase recursiva de todo el que llega al poder, ya basta de mentir, de destruir derechos y caminar contra el que te votó, ya basta de contarnos lo mal que está defender la independencia y de no preocuparse por los dependientes, ya basta de hacer políticas de genero, de un solo genero, el masculino, ya basta de crear desigualdades y favorecer el enriquecimiento de los que ya son ricos, ya basta de atacar al pobre y negarle el sustento básico, los derechos más fundamentales, de maltratar al enfermo y castigarlo con co-pagos, de dejar sin sanidad  al que huye de la tempestad del paro e intenta buscarse la vida fuera, de culpar a la inmigración de la falta de trabajo, de mantener actitudes violentas con los que acaban de renunciar a la violencia, de negar a los que quieren incorporarse al sistema democrático cualquier derecho por haber estado fuera del mismo, ya basta de no reconocer la violencia del régimen anterior, de dejar en las cunetas tantos cadáveres, de no castigar, aunque sea solo de boquilla y en muchos casos a título póstumo, a los que entonces asesinaron, de favorecer a la iglesia católica y hacernos comulgar con ruedas de molino.

Ya basta.

Salió del armario Rajoy, y también una buena parte de los componentes de su partido. Han salido del armario de la moderación y se han convertido en extremófilos de la derecha.

Siguen dentro del armario de la corrupción, hasta el punto de que si te aproximas huele desde fuera, son corruptos y corruptores.

Utilizan la fuerza de la "familia", como buenos camorristas, para intimidar a los jueces que los juzgan, desvirtúan el delito de los que les pagan cuando no los indultan y finalmente reciben de ellos jubilaciones de oro y convierten en delito incluso la posibilidad de expresarse en libertad, articulan leyes que eliminan derechos y las hacen nuevas cortando y recortando, nos condenan a vivir supeditados al pago de una deuda artificial, creada por ellos y ahora pagada por todos, venden tiempos de bonanza cuando esa bonanza solo esta en las cajas de los grandes bancos y de las empresas que como ellos se mueven en un mundo diferente, donde robar no esta penado, sino al contrario, premiado.

Deberíamos salir del armario de la complacencia, echarnos a la calle todos a una, desmontarles el garito, expulsarlos de un sistema que solo en la ficción es realmente democrático, unirnos contra los abusadores de poder, contra los que solo miran hacia arriba, y siempre que el objetivo este a la derecha.

Deberíamos salir del armario.

Protestar, luchar…

Ellos han salido. ¿Y nosotros…?

Jose Ramiro, bloguero


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