domingo, 22 de diciembre de 2013

La clara inferioridad femenina.



(En la mente de nuestros legisladores)

Desde un punto de vista histórico, hasta hace relativamente muy poco tiempo la mujer era un ciudadano de segunda. Eso, si miramos hacia los países, digamos civilizados, ya que en eso que llaman el tercer mundo, y en los países de tradición islámica, así la siguen considerando.

La ablación, una lacra que aun hoy siguen padeciendo las hembras de la especie humana por miles, la trata de blancas, que no distingue de colores, los matrimonios a edad núbil, la prohibición de conducir en algún país del oriente próximo que en lo que se refiere a comportamientos humanos es mas que lejano, el desprecio de las nacidas niñas solo por el hecho involuntario de que la naturaleza haya elegido ese sexo para ellas, la violencia machista que mundialmente se cobra cientos de victimas cada día, la rebaja a funciones meramente auxiliares dentro de las iglesias, el uso de su carne en burdeles de todo el mundo para enriquecimiento de proxenetas que las usan como esclavas sexuales, las violaciones masivas en cuanto asoma un conflicto bélico, las diferencias salariales con sus iguales los hombres, y así una lista enorme de agravios que vienen sufriendo desde el principio de los tiempos.

En las películas, siempre las retratan como el sexo débil, siempre necesitaran de un hombre que las salve de no se sabe bien que, casi siempre se las refleja como inútiles ante la vida que sin la ayuda del hombre tiene un mal futuro, se las sacrifica en altares como ofrenda a no se sabe que dioses, eso siempre que sean vírgenes, que si no, no valen ni para que las degüellen y derramen su sangre en la ceremonia, hacen el papel de guardianas de los templos, donde se deben mantener limpias y no practicar un sexo que solo esta permitido a los hombres que allí las mantienen, papeles de idiotas, de inútiles que aun con su macho al lado no son mas que un cero a la izquierda.

Hoy, se habla de igualdad de género, de listas cremalleras, de igualdad ante la ley, las constituciones de los países modernos se esfuerzan en reflejar en sus articulados la verdadera igualdad con los hombres...

En realidad, si en estos documentos, solo se hablara de la especie, sin anteponer el artículo el o ella, seria bastante más clarificador. Desde el momento en que en un intento de buscar la igualdad, se hace la mas minima referencia al sexo de la persona, se están marcando diferencias, que rápidamente degradarán en desigualdades.

La simple pero perversa definición de una persona como mujer u hombre, ya marca una diferencia, que empieza a distinguir entre nosotros.

Clasificándonos como en las industrias de carne aviar, donde desde el momento en que el polluelo sale del cascaron, los sexadores separan hembras de machos, eso, para asignar funciones reproductivas u otras, ya desde el primer momento marcando el futuro del ser.

La sociedad actual, sigue marcando las diferencias.

Se legisla desde el punto de vista y los derechos del varón, obviando la opinión y las necesidades especificas de la otra parte de la especie.

Un claro caso donde los legisladores no abandonan su papel de protector del sexo débil es la nueva ley del aborto que nos acaba de proponer el ala mas retrograda del partido popular, para los que la mujer sigue siendo ese ser desprotegido que necesita de la orientación de los machos de la especie para saber que pueden o no hacer con su vida.

Esconderse tras el derecho a la vida del nonato, solo es una estrategia anacrónica que pretende en el fondo garantizar, seguir garantizando, la supremacía del varón sobre la hembra, arrebatarles el derecho a tomar sus propias decisiones, coartar sus libertades.

No hablo aquí desde un punto de vista ético o moral, donde cada cual puede, y es otro derecho irrenunciable, pensar como le venga en gana, hablo de la necesidad ciudadana de equipararnos en cuanto a derechos, de legislar para todos, y no solo para los de tu confesión, de permitir que la ley ampare al que aborta igual que a quien no lo hace. Dar pasos contra esta necesidad social me lleva a preguntarme porqué no es obligatorio ir a misa los domingos, y es que si el creyente tiene derecho a hacerlo, el no creyente lo tiene a no hacerlo.

En otras culturas, aunque nos parezca aberrante, tiene más valor la vida de un ungulado que la de tu propio hijo, y allí, las madres son capaces de dar su vida por las vacas  sin tener que ir  a la cárcel por ello, mientras desatienden a sus propios hijos. Sus leyes son las que desea ese pueblo, aquí, muestras leyes son las que desean nuestros “cuidadores espirituales”

El acto reproductivo es casi siempre un acto participativo, donde hombre y mujer ponen su parte. Digo casi siempre, porque las técnicas de reproducción asistida, cada vez más avanzadas y sofisticadas, le dan a la mujer la posibilidad de ser madre sin intervención directa del hombre, y desde ese punto de vista, tanto el hombre como la mujer deben tener el derecho a decidir sobre su futuro.

Cierto, que para el hombre, abortar un embarazo es muy fácil, no hay ley que le obligue, salvo quizás en lo económico, a soportar un embarazo no deseado. El abandono de la familia, la separación de hecho del vástago y de su madre, es una especie de aborto social. Para el si es legal, permitido y admitido. Ya los señoritos del pasado mantenían a concubinas, putas obligadas por la sociedad de antaño que, forzadas por el sustento diario las más y por el amor las menos veces, mantenían relaciones secretas y criaban hijos bastardos en una clandestinidad ficticia y admitida por la sociedad machista que regentaba el mundo entonces.

La mujer lo tiene mas complicado. El hecho de que sea portadora del feto le complica el tema. Ella no puede optar por ese abandono familiar, no puede tampoco olvidar al ser que se ha desarrollado en su interior, por esa ley natural que les permite parir a ellas y no a nosotros.

Para ellas, la solución pasa necesariamente por el aborto, para lo que necesariamente necesita una legislación que le otorgue el derecho, como al hombre, de interrumpir un embarazo no deseado o inviable. Igual, que la ley protege a quien quiere llevar adelante su embarazo sean cuales sean las características del feto.

Una ley que no ampare ambos casos es injusta, desequilibrada.

Entrar en el matiz de cuando un embarazo no es viable o deseado, no es cosa de políticos, sino de las portadoras del feto, quienes deben ser dueñas de la decisión final, es ella la que conoce sus circunstancias y las razones últimas que la pueden llevar al aborto.

Una ley de plazos es lo que más se ajusta a esta necesidad social, y ya la teníamos, probablemente con imperfecciones, pero el partido popular acaba de proponer su derogación, ya que la nueva ley no mejora la anterior, sino que la destruye.

Vuelve a marcar una serie de supuestos (dos) que permitirían tras una serie de trabas sin otro fin que el disuasorio que la mujer violada, o la que entre en una situación peligrosa para su propia vida pueda llegar adoptar esta medida extrema.

Llevan el aborto de nuevo a la franja delictiva del código penal, castigando a todo aquel que participase sin cumplir con el imposible protocolo que plantean.

Disculpan eso si, a la mujer, a quien consideran victima, y le abren las puertas para que como antaño, las que puedan se lo paguen en cualquier país vecino y la que no, entre en el circuito de las mafias que ahora empezarán a ganar dinero también con esto.

Piensa el señor ministro que la mujer no tiene capacidad para decidir sola, y obliga a varias cosas: les "garantiza" que alguien les va a informar de lo que supone abortar, para que tenga una mejor visión del acto que piensa acometer. Alguien, que bien puede estar influenciado por ideas éticas o morales distintas de las de la mujer, y ese "informador" será alguien impuesto, no elegido. Después, necesitará, si el embarazo es fruto de una violación, pasar por el tramite obligatorio de haber formulado denuncia, y si es por malformación o grave peligro para su vida, requerirá que una especie de tribunal formado por dos doctores diferentes del que aconseja el aborto decida por ella si la medida es necesaria, y si es una mujer menor, puede que acabe en un tedioso proceso judicial donde un juez sea quien deba pronunciarse sobre  si es adecuado o no. En la práctica, acaban de prohibir el aborto como derecho y lo han convertido, como no, en un privilegio de quien pueda PPagarselo.

Defienden la vida de lo que científicamente esta probado que no la tiene, muestran fotos ampliadas de fetos de pocas semanas, miniaturas de seres humanos del que solo tienen la forma, inviables fuera del útero materno, cual muñecos creados con carne, para ablandar los corazones sensibleros de los grupos provida, nos hacen creer que no hay diferencia entre un feto recién concebido y un niño de carne y hueso, condenan a la vida a un ser no deseado mientras justifican el asesinato por omisión que se comete con los que pasan hambre y no se atienden desde el estado, con los miles de niños ya nacidos que mueren de sed en otros lares, con los pobres y desahuciados de la vida que están condenados a una muerte prematura y una vida llena de sufrimientos.

La vida del que aun no esta vivo es para ellos mas importante que la muerte de los que si lo están.

Simplemente, piensa el ministro que las mujeres son idiotas, y que sin la guía "espiritual" del hombre, seguramente ira a abortar por motivos distintos que los reales, piensa que su mente esta permanentemente confusa y que necesita la opinión de hasta tres personas para tomar la trágica decisión, piensa que ese sexo sigue siendo el débil, y se arroga el derecho a legislar sobre algo que es absolutamente personal y que no debería salir de ese ámbito.

El obispo de granada, que no dudo que arrastra algún tipo de enfermedad mental, alguna tara, el que justifica la pederastia escondida en la iglesia por la "provocación" de los menores, pervertidos ellos que solo buscan sexo y mas sexo,  edita un libro con el sugerente titulo de "cásate y se sumisa" donde se expresan y potencian las actitudes de una buena esposa cristiana, niega el uso del preservativo en las relaciones matrimoniales y propone como alternativa al control de la natalidad el sexo anal, rebaja la posición social de la mujer a la de sirvienta de su pareja, le propone  sonreír cuando su hombre, su amo,  este triste, le sugiere que se mantenga bella y apetecible para su macho, la rebaja a un papel secundario donde su esposo es el dueño de su vida, de sus actos, de su presente y de su futuro.

Este, es el mismo que considera la homosexualidad una enfermedad curable.

Este, como el ministro, se creen los verdaderos representantes de ese dios que nos cuentan que nos creo diferentes, que fabrico a la mujer, no como ente único, sino como complementó, como compañera, que no igual, para el hombre. Ya en el momento bíblico de la creación se hace el distingo de la clara inferioridad femenina, se la culpa de la infidelidad cometida con la serpiente y de violar el precepto del árbol sagrado, se la hace culpable de todos nuestros males y del castigo divino de la expulsión del paraíso, se la marca como ser impuro y se le impone la pena del sometimiento perpetuo..

El hecho de que fisiológicamente no seamos iguales, no debería afectar a la igualdad entre personas.

Que el hombre, en términos generales es poseedor de una musculatura mas desarrollada no quita que a nivel cerebral las mujeres tiene mejores capacidades.

Que somos partes de un todo, que nos complementamos, es una realidad vital. Los papeles que la sociedad nos asigna nos separan en lugar de unirnos.

Hoy, los cachorros humanos siguen jugando a médicos y enfermeras, hablamos de mayordomos y sirvientas, se menciona en nuestras conversaciones al "jefe" y no a la jefa, aunque ocasionalmente exista, seguimos haciendo distingos desde la infancia, les asignamos colores (rosita para las niñas, azul para los niños), compramos muñequitas para las niñas y pistolas para los niños, los vestimos de forma diferenciada, y ahora además, permitimos escuelas y colegios donde los separamos por su sexo, los blindamos en la relación con el sexo contrario, vaya que de la mezcla nazca alguna oscura  y sucia perversión que solo existe en la mente del obispo de granada y algunos de nuestros ministros.

Esta gente, nuestros gobernantes, a los que no les quito el poder que le dieron las urnas, nos gobiernan desde posturas morales y éticas de hace siglos, personalistas, alejadas de la mayoría, donde el temor a los dioses marcaba los actos humanos.

Vivimos en el siglo XXI, pero para ellos, seguimos estando en la edad media o aun más atrás.

No seria de extrañar que nos propongan volver al cinturón de castidad, que por cierto solo se inventó para las mujeres, o al derecho de pernada, privilegio de los señores, o a la reclusión en santos conventos de las "desviadas"

Gentuza que le esta haciendo un flaco favor a las generaciones venideras, donde el papel de macho sigue siendo reforzado por políticas de desigualdad potenciadas por las conferencias episcopales, y sectas como el Opus Dei donde comparan la violencia machista con el aborto, y este con el terrorismo, donde hablan de crimen abortar cuando el feto presenta defectos que hacen que su vida sea inviable, donde potencian la servidumbre de la mujer, donde justifican el maltrato...

De poder, que no puedo, realmente abandonaría este país, ante el retroceso al que nos quieren someter, ante la impotencia que siento ante los despropósitos de estos gobernantes, empoderados por la incultura, por la insensibilidad de una buena parte del pueblo, para los que es mas importante que la selección española gane no se que competición a que las leyes se ajusten a la realidad social que vivimos, los que perdonan y justifican la corrupción y ríen las gracias de los ladrones que se nutren de nuestros impuestos, los que votan una y otra vez a politicastros que han llegado con el único fin de enriquecerse personalmente, de asegurarse un futuro cuando ya no puedan disertar en los pasillos del congreso o del senado, los inmunes a ante la justicia.

Ni mis medios económicos ni mi edad permiten ya esa aventura.

Dice el fiscal del caso Undargarín, y en ello abunda la defensa de la Infanta Cristina, que no hay un solo indicio para imputarla. Dicen, que el juez pretende su imputación solo por ser quien es. Me pregunto yo, si la fiscalía no esta trabajando como si de la defensa de la infanta se tratara por ser ella quien es, me pregunto por que la mujer del socio del duque empalmado no se defiende desde la fiscalía. Debe ser por ser quien es...

La fiscalía, viene a decirnos que lo que muchos sospechábamos, que la infanta es un poco cortita mentalmente, es real; que el puesto de trabajo que tiene lo tiene por ser quien es; que el trato diferenciado que recibe de la justicia es por ser quien es; que ser quien es debe garantizarle una vida sin problemas, de ricos, solo por ser quien es.

Que por ser quien es, no se entera de los tejemanejes de su marido, y que su defecto mental, su clara inferioridad, la disculpa de los posibles delitos cometidos.

El tonto, no es responsable ante la ley.

Como su padre, por su condición de rey, no por tonto, no me malinterpretéis, que es un derecho que se le reconoce en la constitución.

Claro, que por ser quienes son, hay ministras que se encuentran de repente un jaguar en el garaje y no son capaces de saber como llego allí, por ser quienes son, hay políticos y banqueros, defraudadores y corruptos que se mantienen donde están y hacen las leyes que hacen, por ser quienes son y como son, juegan con nosotros.

¡Que tristeza de país! ¡Que vergüenza me dan nuestros gobernantes!

No pretendo en este escrito herir sensibilidades, simplemente es mi opinión, que no tiene que ser coincidente con la de mis lectores, y que hasta ahora me lo permiten, no se si en el futuro…

Si pudiera, me iba…, lejos, muy lejos…

Jose Ramiro, bloguero.