domingo, 24 de noviembre de 2013

La economía sumergida



También denominada economía irregular, paralela, encubierta, subterránea u oculta, la economía sumergida es aquella parte de la actividad económica que discurre al margen de los registros, las estadísticas y los controles oficiales.

O, más concretamente, por oposición al concepto de economía formal o regular, el conjunto de todas aquellas actividades económicas que debiendo formar parte del producto interior bruto (PIB) no se incluyen en su cómputo, por no figurar inscritas en los registros oficiales.

Los que la practican, lo hacen sin duda con el propósito deliberado de eludir el pago de impuestos.

Alguna vez he comentado mi firme creencia de que estas actividades sumergidas son el verdadero motor económico que mantiene nuestro país en marcha en estos tiempos de crisis, que llaman algunos, lo que parece incongruente con la definición arriba expuesta.

Un país donde se evita el pago de impuestos, esta condenado a endeudarse para mantener un cierto nivel de servicios a sus ciudadanos, o inevitablemente a eliminar esos servicios, ya que los ingresos mayoritarios de un estado provienen precisamente de la carga impositiva sobre las actividades económicas.

En España, estoy convencido de que se mueve mas dinero por las alcantarillas y en bolsas de basura que a través de los cauces legales, y la consecuencia es la que todos podemos ver.

Chapuzas varios, fontaneros, cerrajeros, carpinteros, médicos y abogados, odontólogos y pediatras, tiendas minoristas y hasta grandes distribuidores, usan la formula del con IVA o sin IVA para ocultar una gran parte de sus ingresos.

A cambio, hay gente que con esta sencilla formula, y a causa de la escasez de trabajo, sobrevive, es capaz de alimentar a su familia, condenada por otra parte a la inanición por la propia situación económica que atravesamos y presionada al limite por los recortes del gobierno de turno.

Lo curioso de este asunto de los dineros negros (que en depende que escala no es negro, sino morado) es que se da en todos los ámbitos sociales.

Partidos políticos, sindicatos, y hasta la casa del rey y sus allegados, se mueven como pez en el agua en el lodo de la defraudación fiscal, y un paso más allá, en el de la corrupción que mueve esos billetes de color tan codiciados.

El partido en el gobierno esta inmerso en el caso de corrupción mas grande conocido en nuestra corta pero intensa historia democrática, el de la oposición en el desvío de fondos a los bolsillos de determinada gentes, los sindicatos en el aprovechamiento de sus subvenciones y ayudas para comilonas y otros fines digamos que poco sociales, los empresarios en la compra de favores, y en ese entorno, se han lucrado del dinero negro ("B", que les gusta llamarlo) para engordar cuentas corrientes en paraísos fiscales o para llevar vida de reyes los que sólo son yernos del mismo.

Es lacerante, que en un país con estos niveles de corrupción asuste a la ciudadanía que el  fontanero de turno pregunte si con IVA o sin IVA. No se le puede exigir al ciudadano un comportamiento ejemplar cuando esta rodeado de corrupción hasta en los mas altos niveles de nuestros grandes empresarios y dirigentes políticos.

Sobres marrones, sobresueldos, bolsas negras de basura llenas de papel "mojado", favores y pago de favores,  compras de opinión y de votos, inmunidad judicial para los delincuentes económicos, concesiones compradas, venta de influencias, fiscales que defienden en vez de acusar, jueces que dignifican su oficio perseguidos desde el poder, jueces estrella estrellados contra un muro de corrupción.

Un absoluto descaro

En este maremágnum de corruptelas, llama la atención que el mismísimo presidente del gobierno este implicado en movimientos de dinero negro, o al menos, que en su organización lo haya permitido, y también que la hija lista del rey, se haya convertido en tan poco tiempo en la hija tonta, la que no sabia lo que firmaba, la que no se enteraba de los tejemanejes del señor empalmado, la que vivía en un palacete haciéndonos creer que lo habían pagado con el sudor de su frente, y ella sin enterarse...

Otros casos cabrían en este corto relato, pero estos dos, son sangrantes.

No me extraña en absoluto que el chapuzas de fines de semana, que figura como uno mas de los parados de esa otra bolsa más negra aun, por lo de tétrico que encierra, que recoge a seis millones casi de ellos nos pregunte si quiero IVA o no.

Se trata de sobrevivir en esta selva donde ha arraigado tan fuerte la corrupción y donde solo sobreviven las voraces pirañas.

Leyes de mercado marcadas por los propios dirigentes, mentirosos compulsivos que pretenden que creamos su pureza impositiva cuando en realidad son los primeros y más grandes defraudadores

No, en estos casos no es economía sumergida, es un robo consentido desde la autoridad judicial y desde la propia ciudadanía.

En un país con conciencia social, serian los primeros en ingresar en "chirona".

Después, ya les llegaría el turno a los chapuzas y demás...

No es nuestro caso...

Jose Ramiro, bloguero