viernes, 15 de noviembre de 2013

El principio era el fin...



Hoy, empieza una nueva época.


Hemos recibido una muy buena noticia: La Troika certifica el fin del rescate español, y es que como diría uno que yo me sé, que calza bigote de camuflaje sobre el labio, “España va bien”

Desgraciadamente lo que es bueno para España no lo es para los españoles.

Ha terminado el rescate y ya no necesitaremos más dinero prestado por Europa.

El estado será capaz ahora de financiarse simplemente emitiendo deuda a precios razonables. Felicitaciones por los deberes bien hechos.

Brotes verdes e hilillos de plastilina... Tal para cual
El cambio constitucional pactado entre PSOE y PP, que nos obliga a pagar como deber ineludible esa deuda tendrá tranquilos a los prestamistas.

A cambio, han asolado el país.

El paro en cifras de autentico récord, los salarios, proporcionalmente mas bajos que nunca, los convenios colectivos suspendidos, los bancos con beneficios, el estado del bienestar destrozado, los ricos mas ricos, los pobres mas pobres, la deuda impagable, lo público en manos privadas, lo privado en la cartera de la banca, los ahorros condenados a pagar el favor, los políticos corruptos, la justicia callejera, la sanidad tercermundista, los servicios sociales desaparecidos, la educación religiosa, eso si, las becas en mínimos, el I+D... ¿Eso "qué he lo que é"?

Los bolsillos del populacho, condenados a pagar las pérdidas ocasionadas por el reajuste financiero. Tenemos que devolverle a Europa el dinero prestado en un plazo máximo de 15 años.

Como bien que el "préstamo/rescate" supone 41.000.000.000,00.-€, de los cuales se dan por perdidos e irrecuperables (según las ultimas cuentas del Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria, el grueso de esta cifra...) la tontería de 36.000.000.000,00.-€ que nos toca devolver (unos 2.000,00.-€ por trabajador en activo), a titulo personal, como si fuese un crédito de Cofidis, repartido de forma lineal entre los ciudadanos de a pie..., aunque no entre todos.

Unos pocos euros al día, que diría alguno…

La encuesta de población activa da cifras de entre cuantos repartiremos tan suculento premio. Unos 18.000.000 de personas, porque claro, los que trabajan en la economía de las alcantarillas, esos no entran en el reparto, ni los niños, ni los jubilados, ni los parados de corta y larga duración, ni los que por no soportar tanta injusticia ha decidido poner tierra de por medio y ha abandonado el país. Pagan los que liquidan sus impuestos, los otros, no.

Tampoco es un pago proporcional, el que mas gana no es el que mas paga, ya que los amos de los grandes capitales, que esconden sus fortunas en SICAV's, esos, seguirán pagando un ridículo 1% sobre sus los beneficios de sus inversiones, mientras, los funcionarios públicos, que son con diferencia el sector mas controlado por el estado, seguirán aportando una parte importante de su masa salarial, los obreros de las grandes fabricas, que han visto mermados sus ingresos y ampliadas sus jornadas, los autónomos y mini empresarios no verán como el esfuerzo que realizan cada día se dedica al pago de tan mayúscula deuda, el diferencial que aportan es para las empresas, para los empresarios, para los bancos y banqueros que a su vez lo utilizaran para pagar favores, para conseguir contratos o para sostener a los grandes lobbys que denostadamente trabajan para conseguir lo que ellos pretenden, cuando no, para comprar deuda soberana, que hoy, esta muy bien pagada.

Los salva patrias del "España va bien" deberían callarse, los mentirosos que llevan contándonos que la deuda no la pagaran los ciudadanos deberían callarse, los que anuncian que en España los sueldos no han bajado deberían callarse, los que dicen que todo va bien, deberían callarse... O, quizás deberían irse...

Mentirosos compulsivos, traidores.

Casta de gentuza que aprovecha la política en su beneficio personal, gente que solo piensa en ellos y en su retiro sereno en alguna de las empresas que desde el poder favorecen.

La rueda gira.

El principio del fin... ¿O el final de los principios?

Jose Ramiro, bloguero.