viernes, 2 de noviembre de 2012

Malo, malísimo, perverso...



El banco malo, cuyo nombre de pila, el real, el que se va a manejar en los informes oficiales y en los documentos internos, como siempre, es lo suficientemente enrevesado como para que no comprendamos que significa, ha nacido.
   
Ha nacido con una finalidad simple,  que es la de aglomerar en un solo sitio todos los "activos tóxicos" (en realidad muy tóxicos, como prueba la inducción al suicidio que proviene de su sola gestión) que contaminan los balances contables de nuestros bancos, con la misión de acaparar las hipotecas impagadas, las tierras para las que se otorgaron créditos promotor y en las que nada se ha promovido y los bienes provenientes de embargos y desahucios de los bancos, convirtiendo el pasivo de sus cuentas en un activo del nuevo banco, eso si, mermando tremendamente su valor, para intentar hacerlos golosos a los ojos de los inversores.

En realidad, la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) es un instrumento del estado, pero que se va a financiar de un modo, digamos extraño.

Voy a aportar una visión personal de este monstruo que acaban de crear…

Activos tóxicos...?
Una vez engordado su balance con el aluvión de activos de dudoso o imposible cobro, y con miles de viviendas y terrenos hábilmente recalificados por los ayuntamientos del tiempo en la que "España iba bien", debe intentar en un tiempo que estiman los "cualificados" técnicos de este nuestro gobierno de 15 años, colocar de nuevo en el mercado las toneladas de "ladrillos convertibles" en euros que ahora le entregan a cambio de casi nada.

El sistema, bien pensado por nuestro gobierno, como siempre para favorecer a los que tienen el dinero, a los ricos y especuladores es una herramienta perfecta para hacer crecer los paquetes de billetes que muchos de ellos esconden bajo sus colchones.

Como bien que el banco malo necesita pagar, aunque sea a precio de risa los activos envenenados (por la corrupción, la especulación y por la concesión de créditos indebidos a gentes y sociedades que no tenían ningún crédito social de esos bancos que vamos a sacar de la quiebra con el esfuerzo y el dinero de todos) que ahora poseen otros bancos, y siendo la realidad que el estado, además de dar forma y justificación legal a la entidad,  no tiene fondos para financiarla, buscará inversores privados que les presten dinero, a un plazo de 10 años, y con una rentabilidad garantizada del 15%.

Buen negocio al que sin duda acudiría si tuviera esos billetes de extraño color morado que en tiempos se llamaron "binladen", que todos sabemos que existen pero pocos hemos visto, con los que se van a comprar estos activos, y que van a pasar directamente y sin mas protocolo de estar bajo los colchones a estar bajo "el ladrillo".

Bien, esta parte de la operación esta clara, los inversores privados (no los voy a calificara nuevamente), prestan el dinero a un interés de usura al Sareb (hay que ver lo que le gustan a de Guindos los nombres sofisticados, rimbombantes, que no dicen nada ni todo lo contrario) y este compra los apestados activos del resto de los bancos que de esta manera pasan a tener unos balances contablemente (solo contablemente) saneados.

La segunda parte de la operación es un poco más compleja…

Ahora se trata de que el malísimo banco venda esos activos a un mercado que, hoy por hoy y a los precios que artificialmente mantienen son invendibles.

Pero, han pensado en todo...

Los mismos que hoy les han prestado la pasta para comprar esos activos son potenciales compradores de los mismos.

Artífice del banco malo. Malísimo
Como bien que el Sareb tendrá que hacer rebajas y ajustes de precio de esos bienes para saldarlos dentro del plazo máximo previsto en su objetivo social de 15 años, "saldará" los bienes a los mismos que hoy los han comprado (que han invertido en el banco malo para dotarlo de capital con la que afrontara la compra de esos millones de toneladas de hormigón que tanto estorban en las cuentas de sus actuales dueños) y que podrán acceder a estos bienes con rebajas inexplicables y financiación más que cómoda para posteriormente especular con los mismos.

Comprarán estos inversores a precio de ganga y venderán, sino a precio de oro, si de plata o de cualquier otro mineral bien cotizado en los mercados.

Negocio perfecto: te presto dinero para que compres y me lo devuelves con un 15%, después me vendes aun mas barato lo que acabas de comprar, y en vez de guardar los billetes, me guardo los ladrillos que en la practica me estas casi regalando para sacarlos al mercado cuando de nuevo vuelva la demanda.

Y eso si, como te he prestado el dinero para que tú compres, ahora me concedes un buen crédito (suena raro viniendo del banco malo), con interés preferencial y plazo mas que razonable para que te quite esos bienes de encima y salgáis con la cabeza alta pudiendo contar que habéis limpiado los balances de los torpes bancos que dieron créditos por encima de sus posibilidades.

De nuevo un buen chollo para los que más tienen.

No se les ocurre, ya que estamos nacionalizando las perdidas de los bancos en forma de ladrillo, destinar aunque solo sea una pequeña parte de esos activos tóxicos a un fin mucho mas altruista: cederlos, o incluso alquilarlos a precio razonable o venderlos a ese bajo precio y en esas condiciones de excepcionalidad a los que verdaderamente los necesitan, a los desarropados, a los desahuciados, a los jóvenes que tienen imposible la huida del domicilio familiar, a los embargados y arruinados, a los que esta falsa crisis les ha arrancado la misma vida...

No…

Es mas fácil volver a dárselos a los causantes de la misma, a los promotores y constructores que en falsas quiebras dejaron de pagar sus créditos y ahora retomarán sus bienes cual maná caído del cielo.

Triste situación la que promueven estos gobernantes.

Siguen transfiriendo el control de la sanidad a entidades de gestión bien conocidas por todos y dirigidas por ellos mismos, y en las que muchos de ellos tienen participación accionarial. Barren la educación cerrando colegios y limitando las posibilidades educativas de nuestros niños, facilitan los conciertos con entidades de dudosa ideología y promueven la separación por sexos como si de granjas de pollos se trataran las aulas de nuestros hijos. Financian una educación clasista y destrozan la escuela publica, encarecen los estudios universitarios y se inventan tasas judiciales que rompen el derecho a la tutela judicial efectiva, dejan de pagar abogados de oficio, y dedican sus recursos e influencias en seguir corrompiendo jueces que sentencien favorablemente en los muchos casos de corrupción que inundan sus filas... Nos quieren españolizar, convertirnos en súbditos de un estado injusto y dictatorial, y en lugar de borrar las escabrosas notas del antiguo dictador, ponen negro sobre blanco sus tesis y caprichos… Lástima de un gobierno que rige el país a golpe de decretos escritos letra a letra por los amos del capital...

Malos, malísimos, perversos…

Jose Ramiro, bloguero.