jueves, 1 de noviembre de 2012

¿Quo vadis Mariano?



Empieza el mes de noviembre, y con el los primeros fríos. Fríos de verdad.
   
Ayer, ya en la madrugada de este día uno, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos (y seguramente algunos de nosotros también) celebran esa fiesta de nombre importado que llaman Halloween, que viene a querer decir víspera de todos los santos.

Las calles se llenan de zombis (literalmente muertos vivientes) traídos desde el mas allá, levantados de sus tumbas para unirse a una fantástica orgía que durará  toda la noche. Llegan, como buenos muertos, ya desposeídos de sus respectivas almas para tranquilidad de nuestra Mariló Montero, y tienen la mala costumbre de alimentarse de cerebros (y al devorarlos, consumen sus ideas, sus creencias, sus recuerdos, su pasado y su presente)

Se ve, que aun cuando no es su día, un pequeño pero hambriento grupo de ellos habita entre nosotros y se refugia viernes tras viernes en eso que llaman consejo de ministros, donde preparan sus estrategias para alimentarse ferozmente de nuestros ideales, de nuestros principios, de nuestros derechos, devorándolos, haciéndolos pedazos en un reparto injusto donde guardan los mejores trozos para el amo que los invoco a salir de sus tumbas

No paro de preguntarme sobre el otoño caliente cuantos españoles de verdad podrán pasarlo así, calientito.

La gran reforma laboral, destinada a crear empleo, puesta en marcha por una visionaria ministra que empieza a ver como vamos saliendo de esta crisis, ha terminado siendo la reforma del desempleo, de los eres, de los despidos sin o con bajas indemnizaciones, la reforma sanitaria nos ha llevado a una situación de insalubridad y medicina para quien la pueda pagar, la de la justicia a que protesten hasta los jueces y abogados, la de educación a un sistema clasista y de clara orientación ideológica, la fiscal a empobrecernos...

Siguen produciéndose expedientes de regulación de empleo de forma masiva, sigue cayendo el consumo, siguen desahuciando familias y engordado la gran bolsa de activos tóxicos que entregaran graciosamente al banco malo, malísimo, que se nutre de los despojos de las hipotecas y los créditos promotor fallidos, banco que guardara celosamente estos bienes, muchos de ellos despojados a familias que no han podido pagar su hipoteca, a fin de esperar tiempos mejores, de vender grandes lotes  a los dueños de los capitales a precios de saldo cuando se los han quitado a quien no podía pagarlos a precio de oro.

Estos no se suicidan. Estos, prestan dinero al banco malo con una rentabilidad del 15% y esperan, acechan buenos momentos para vender todo lo robado, para recapitalizarse y hacerse aun más ricos si cabe.

Desahuciado en su vivienda "social"
Mientras, cada día mas gente pasa a la situación de tener que buscar un cajero para dormir, pero no para sacar dinero y pagar un buen hotel, sino para cobijarse en su interior, o a dormir entre cajas de cartón en alguna esquina bajo los soportales de nuestros edificios intentando protegerse del frío de este otoño y del invierno en que han convertido sus vidas

Esta bien hacer caer el peso de la responsabilidad sobre aquellos que en su día acudieron a la compra de una vivienda por encima de sus posibilidades, pero esa responsabilidad debiera ser cuando menos compartida con quien graciosamente concedió ese crédito por encima de las suyas.

En el último retoque de leyes, que se producen ya casi sin llamar la atención, favorece y facilita el despido de los funcionarios, esa masa de personas con un raro contrato fijo y hasta ahora seguro, que ayudaban a mantener una cierta estabilidad en nuestras vidas. Cada despido que ahora se produzca, nos hará bajar un poco mas la calidad de vida de todos, empeorara la situación de muchos y terminara produciendo las cifras de paro más escalofriantes que podamos imaginar.

Cada nuevo parado genera precariedad en un 30% más de personas, hunde el consumo y ayuda a que otras empresas decidan despedir a sus empleados.

Seria mucho pedir a los muertos vivientes que nos gobiernan que cambiasen de actitud.

Como buenos zombis, están desprovistos de almas y de sentimientos, obedecen ciegamente al que los revivió, esa diabólica entidad llamada dinero, y sus únicas necesidades son las de seguir alimentándose de la carroña dejada por la fantástica burbuja inmobiliaria creada por ellos mismos que nos ha traído hasta aquí.

Insisten en hablar de crisis. Es mentira.

Los verdaderos culpables
La crisis no es más que la situación de las entidades bancarias que si que dieron créditos por encima de sus posibilidades y ahora reclaman que entre todos les paguemos sus desatinos. La crisis es la de un gobierno que no atiende los intereses de los ciudadanos y esta vendido al capital, ese ser supremo que les da vida y los provee de su efímera existencia entre los vivos.

Mucho me temo que el otoño, en las casas de muchos españoles será frío, muy frío. El encarecimiento de la energía y de los combustibles hará que en muchos hogares no arda leña alguna, y para que decir de los que por perder, ya han perdido incluso ese refugio que con tantas ilusiones creyeron estar comprando en unos tiempos de bonanza económica en el que el zombi jefe de los que ahora gobiernan no paraba de repetir cual mantra sagrado "España va bien"

No queda un solo sector de la sociedad que no haya sido parcialmente devorado por los dueños del dinero, por este gobierno que los apoya y que, aunque lo nieguen, parece pretender una vuelta al pasado, pero no al pasado de la España va bien, sino al de la dictadura, al del limosneo y las clases sociales bien distinguidas, a la pobreza y el hambre, a las cartillas de racionamiento y el esclavismo, a la incultura y la ausencia de derechos, a un estado policial que lucha contra el pueblo en vez de protegerlo, a la censura, a la politización de los medios, al aislamiento social del que nada tiene y a la protección de los poderosos...

Para este, leyes a medida...
Es difícil luchar y legislar contra los que financian campañas y protegen ideales arcaicos, pero eso si, si lo que llama a la puerta viene vestido de dinero, véase el caso Adelson, entonces la maquina de hacer leyes se pone en marcha y se hacen especialmente proteccionistas, a medida del gran magnate, amparando los subsueldos, la desprotección sindical, reduciéndole los impuestos hasta lo puramente anecdótico, facilitando la financiación de tan enorme proyecto, preparando el desembarco del mayor antro de vicio y corrupción de Europa. Para estos si se legisla muy favorablemente…

Mucho hablamos, pero poco actuamos...

Es importante tomar conciencia de nefasto futuro que nos prepara esta gente, desalmados a los que poco o nada les importamos.

Es importante no cejar en la lucha para que se vayan, para que dejen de cometer tropelías en nombre de esta falsa crisis, de la que nos quieren convencer para sacar provecho unos pocos...

¿Dónde vas Mariano? ¿Dónde nos llevas?

¿Quo vadis España?

Jose Ramiro, bloguero.