Empieza el mes de
noviembre, y con el los primeros fríos. Fríos de verdad.
Ayer, ya en la madrugada
de este día uno, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos (y seguramente
algunos de nosotros también) celebran esa fiesta de nombre importado que llaman
Halloween, que viene a querer decir víspera de todos los santos.
Las calles se llenan de
zombis (literalmente muertos vivientes) traídos desde el mas allá, levantados
de sus tumbas para unirse a una fantástica orgía que durará toda la noche. Llegan, como
buenos muertos, ya desposeídos de sus respectivas almas para tranquilidad de
nuestra Mariló Montero, y tienen la mala costumbre de alimentarse de cerebros
(y al devorarlos, consumen sus ideas, sus creencias, sus recuerdos, su pasado y
su presente)
Se ve, que aun cuando no
es su día, un pequeño pero hambriento grupo de ellos habita entre nosotros y se
refugia viernes tras viernes en eso que llaman consejo de ministros, donde
preparan sus estrategias para alimentarse ferozmente de nuestros ideales, de
nuestros principios, de nuestros derechos, devorándolos, haciéndolos pedazos en
un reparto injusto donde guardan los mejores trozos para el amo que los invoco
a salir de sus tumbas
No paro de preguntarme
sobre el otoño caliente cuantos españoles de verdad podrán pasarlo así,
calientito.
La gran reforma laboral,
destinada a crear empleo, puesta en marcha por una visionaria ministra que
empieza a ver como vamos saliendo de esta crisis, ha terminado siendo la
reforma del desempleo, de los eres, de los despidos sin o con bajas
indemnizaciones, la reforma sanitaria nos ha llevado a una situación de
insalubridad y medicina para quien la pueda pagar, la de la justicia a que
protesten hasta los jueces y abogados, la de educación a un sistema clasista y
de clara orientación ideológica, la fiscal a empobrecernos...
Siguen produciéndose
expedientes de regulación de empleo de forma masiva, sigue cayendo el consumo,
siguen desahuciando familias y engordado la gran bolsa de activos tóxicos que
entregaran graciosamente al banco malo, malísimo, que se nutre de los despojos
de las hipotecas y los créditos promotor fallidos, banco que guardara
celosamente estos bienes, muchos de ellos despojados a familias que no han
podido pagar su hipoteca, a fin de esperar tiempos mejores, de vender grandes
lotes a los dueños de los capitales a
precios de saldo cuando se los han quitado a quien no podía pagarlos a precio
de oro.
Estos no se suicidan.
Estos, prestan dinero al banco malo con una rentabilidad del 15% y esperan,
acechan buenos momentos para vender todo lo robado, para recapitalizarse y
hacerse aun más ricos si cabe.
Desahuciado en su vivienda "social" |
Mientras, cada día mas
gente pasa a la situación de tener que buscar un cajero para dormir, pero no
para sacar dinero y pagar un buen hotel, sino para cobijarse en su interior, o
a dormir entre cajas de cartón en alguna esquina bajo los soportales de
nuestros edificios intentando protegerse del frío de este otoño y del invierno
en que han convertido sus vidas
Esta bien hacer caer el
peso de la responsabilidad sobre aquellos que en su día acudieron a la compra
de una vivienda por encima de sus posibilidades, pero esa responsabilidad
debiera ser cuando menos compartida con quien graciosamente concedió ese
crédito por encima de las suyas.
En el último retoque de
leyes, que se producen ya casi sin llamar la atención, favorece y facilita el
despido de los funcionarios, esa masa de personas con un raro contrato fijo y
hasta ahora seguro, que ayudaban a mantener una cierta estabilidad en nuestras
vidas. Cada despido que ahora se produzca, nos hará bajar un poco mas la
calidad de vida de todos, empeorara la situación de muchos y terminara
produciendo las cifras de paro más escalofriantes que podamos imaginar.
Cada nuevo parado genera
precariedad en un 30% más de personas, hunde el consumo y ayuda a que otras
empresas decidan despedir a sus empleados.
Seria mucho pedir a los
muertos vivientes que nos gobiernan que cambiasen de actitud.
Como buenos zombis, están
desprovistos de almas y de sentimientos, obedecen ciegamente al que los revivió,
esa diabólica entidad llamada dinero, y sus únicas necesidades son las de
seguir alimentándose de la carroña dejada por la fantástica burbuja
inmobiliaria creada por ellos mismos que nos ha traído hasta aquí.
Insisten en hablar de crisis.
Es mentira.
Los verdaderos culpables |
La crisis no es más que la
situación de las entidades bancarias que si que dieron créditos por encima de
sus posibilidades y ahora reclaman que entre todos les paguemos sus desatinos.
La crisis es la de un gobierno que no atiende los intereses de los ciudadanos y
esta vendido al capital, ese ser supremo que les da vida y los provee de su
efímera existencia entre los vivos.
Mucho me temo que el
otoño, en las casas de muchos españoles será frío, muy frío. El encarecimiento
de la energía y de los combustibles hará que en muchos hogares no arda leña
alguna, y para que decir de los que por perder, ya han perdido incluso ese
refugio que con tantas ilusiones creyeron estar comprando en unos tiempos de
bonanza económica en el que el zombi jefe de los que ahora gobiernan no paraba
de repetir cual mantra sagrado "España va bien"
No queda un solo sector de
la sociedad que no haya sido parcialmente devorado por los dueños del dinero,
por este gobierno que los apoya y que, aunque lo nieguen, parece pretender una
vuelta al pasado, pero no al pasado de la España va bien, sino al de la
dictadura, al del limosneo y las clases sociales bien distinguidas, a la
pobreza y el hambre, a las cartillas de racionamiento y el esclavismo, a la
incultura y la ausencia de derechos, a un estado policial que lucha contra el
pueblo en vez de protegerlo, a la censura, a la politización de los medios, al
aislamiento social del que nada tiene y a la protección de los poderosos...
Para este, leyes a medida... |
Es difícil luchar y
legislar contra los que financian campañas y protegen ideales arcaicos, pero eso
si, si lo que llama a la puerta viene vestido de dinero, véase el caso Adelson,
entonces la maquina de hacer leyes se pone en marcha y se hacen especialmente
proteccionistas, a medida del gran magnate, amparando los subsueldos, la desprotección
sindical, reduciéndole los impuestos hasta lo puramente anecdótico, facilitando
la financiación de tan enorme proyecto, preparando el desembarco del mayor
antro de vicio y corrupción de Europa. Para estos si se legisla muy
favorablemente…
Mucho hablamos, pero poco
actuamos...
Es importante tomar
conciencia de nefasto futuro que nos prepara esta gente, desalmados a los que
poco o nada les importamos.
Es importante no cejar en
la lucha para que se vayan, para que dejen de cometer tropelías en nombre de
esta falsa crisis, de la que nos quieren convencer para sacar provecho unos
pocos...
¿Dónde vas Mariano? ¿Dónde
nos llevas?
¿Quo vadis España?
Jose
Ramiro, bloguero.