miércoles, 24 de octubre de 2012

De lo humano y lo esotérico



La visión esotérica, espiritual de algunas personas me desconcierta en grado sumo. 

Ayer, en un intento de buscar, filosóficamente hablando, las razones de los porqués de las maldades del hombre, buscando justificación, aun divina, para intentar aceptar como algo innato en el ser humano la necesidad de hacer el mal, siempre generalizando, ya que si bien mires hacia donde mires la maldad se sobrepone a los buenos actos, gente buena, de buen corazón e incapaces de hacer daño, haberlas haylas, escribía sobre la existencia, o mas bien sobre la no existencia de Dios.


Hoy, algunas noticias de portada me reafirman en mis "no creencias" en mi ateísmo profesante, al descubrir, una vez mas como el ser humano justifica en las divinidades, Dios o Diablo, y en su poder los actos humanos mas execrables.

Se pregunta Mariló Montero, a raíz de la muerte por suicidio del asesino del Salobral, si en los órganos de este asesino permanecería un trozo de su alma. 

supuesta Alma abandonando el cadáver de un hombre
Desconocimiento total de funcionamiento de este artefacto divino, inmaterial (y por tanto no divisible), insustancial e ilocalizable para la ciencia, ideado como dueño del hálito pensante del ser, como el complemento que nos convierte realmente en humanos, que tras la muerte clínica del cuerpo, soporte físico de la espectral cosa, caja de caudales de tan divina pertenencia, abandona el mismo y se traslada, no sabemos ni como, ni cuando, ni por que medios, a alguna zona entre el cielo y el infierno, en espera de ese juicio final donde se decidirá su último destino. 

Es evidente, que el corazón, el hígado, el riñón o los pulmones de un asesino, para la medicina tiene el mismo valor como repuesto, que el de la mejor persona del mundo, no son más que piezas intercambiables entre dos personas, una fallecida y otra que puede fallecer si no se le sustituye la defectuosa. La maldad del asesino muere con su mente, que es la defectuosa, la tarada y esa, no se puede trasplantar.

Pieza de repuesto...
Otra cosa es el trauma que pueda causar en el receptor la sustitución de uno de sus órganos por el de alguien que ha cometido un crimen, pero afortunadamente, esa información, la de la identidad del donante, precisamente para evitar ese tipo de rechazo de la mente hacia algo físico, que de ninguna forma arrastra parte de la personalidad del muerto, no llega al trasplantado, que de esa forma, puede seguir viviendo sin que medie “posesión espiritual alguna”

No es el caso, pero si los órganos de un asesino terminan salvando vidas, de alguna forma, quedará pagada una pequeña, ínfima pero importante parte de su deuda con la sociedad.

No todos los días hay donantes, y siempre hay receptores en listas de espera…

En Estados Unidos, los republicanos, que desde aquí podríamos afirmar que son mas papistas que el papa, vuelven al ataque, con discursos moralizantes, queriéndonos dejar claro que son unos verdaderos poseídos, no se sabe bien por cual de las deidades, si por una buena o por una mala, si por las del cielo, o por las de los infiernos.

Desde luego, en el ejemplo de los presidentes republicanos de ese enorme país, la posesión siempre ha sido por parte del diablo, si no, difícil es de justificar los ataque sin piedad allí donde los intereses económicos de sus gentes y empresas lo han necesitado, el asesinato sin juicio de dictadores, de vencidos en sus guerras (siempre por motivos de economía de mercados, de conseguir las posesiones de otros, de usurpar las riquezas naturales de otros países para beneficio propio, del poder por el poder), el mantenimiento y la aceptación de la pena de muerte como algo natural, la acumulación de armas de destrucción masiva, el terrorismo encubierto en sus misiones internacionales, las prisiones ilegales y la tortura de sus servicios secretos, el apoyo a los tiranos cuando les son favorables y su destitución, y en muchos casos muerte, cuando no…

Nadie, ni tan siquiera Mariló Montero despreciaría, caso de necesidad, el corazón el riñón o cualquier otro órgano del expresidente George Walker Bush, o del mucho más cercano José María Aznar, (es más, alguno los recibiría con sumo placer) y nadie se plantearía que son criminales, que han masacrado pueblos (y continúan la masacres) con absoluta naturalidad, sin perder la sonrisa, fumándose un puro y disfrutando de sus felonías, como auténticos criminales.

Dice el candidato al senado por Indianapolis que el embarazo después de la violación es por deseo divino… Alucino… ¿Dios quiere que los violadores violen?, ¿Dios desea que procreen por la fuerza?

No me lo creo, como no me creo a ese Dios.

Un violador es un delincuente de lo peor que da esta sucia sociedad, y su crimen, un delito, y el fruto de ese delito, difícilmente es deseado por la victima, y su Dios, el de la victima o el del violador, que ya sabemos que el cielo está lleno de deidades, en esa infinita bondad de la que dicen ser portadores, no pueden desear que ese fruto forzoso, delictivo se produzca.

Un par de meses antes, otro congresista republicano hablaba de las violaciones “legítimas”…

De verdad que esto solo puede ser fruto de mentes enfermas, que por asimilación se parecen mucho a la de los asesinos…

¿Puede una violación ser legítima?

Para legitimar un acto de estas características, habría que recurrir al consentimiento de la victima, y entonces no seria violación. Si el acto se comete, como se comete, en contra de la voluntad de la victima, es un delito, y no hay forma de legitimarlo, salvo que se acuda a la extraña legislación que ellos promueven y que salva la vida desde el mismo momento del acto amoroso, desde el momento mágico de la concepción.

Medias vidas, antes de convertirse en vida
Dentro de poco, es probable que alguno de esos mismos, nos proponga sacralizar la vida desde antes incluso, desde la cuna de espermatozoides y óvulos, santificará los testículos y los ovarios como sede de la futura vida, y castigará con todo el peso de la ley a los masturbadores por despreciar unos millones de espermatozoos capaces de engendrar vida… o sancionaran con unos meses de cárcel al futbolista que, en un descuido o en una “mala” jugada, de un balonazo en salva sea la parte de un contrario.

Las cabezas de algunos, entre ellos los asesinos y algunos congresistas americanos (y la de alguno de los españoles también), no rigen… o igual están poseídos por algún ente maligno y perjudicial para el resto de la sociedad…

Asesinos, criminales impíos, con una gran carga de moralina sagrada…

Jose Ramiro, bloguero