domingo, 16 de septiembre de 2012

¿Sordos...?



Hoy, en las calles de Madrid, se ha escuchado la voz de los españoles, pidiendo al gobierno que no siga con esas políticas de austeridad, de recortes, que nos están hundiendo en la miseria, que están haciendo de España un país de parados, de gente desesperada, de gente empobrecida y con sus derechos “ajustados” al mandato del capital.

Manifestación Madrid 15S
Hoy, se le ha dicho al gobierno que no siga, que someta sus decisiones a un referéndum popular o que se vaya, que deje de cometer tropelías contra su pueblo, que estamos cansados, que no queremos seguir así…

Se lo han gritado miles de españoles, cientos de miles…, aunque para la delegada del gobierno seguramente habremos sido un pocos cientos, como ya es costumbre en los conteos de los manifestantes…

El problema empieza cuando podemos comprobar la sordera del gobierno, aunque dicen que no es más sordo que el que no quiere oír

Este gobierno, Mariano Rajoy y su equipo, con el supuesto respaldo de sus 11.000.000 de votante, y digo supuesto, porque en caso de repetir hoy las elecciones que los encumbraron en el poder absoluto que dan las mayorías en democracia, estoy absolutamente seguro que no gobernarían con esa mayoría, e incluso es muy probable que no gobernaran.

Las barbaridades de este gobierno afectan por igual a sus votantes y a los que no los votaron, salvo, eso si, que seas de esa clase de personas a las que tanto les gusta ayudar, amigos personales, gente a las que les deben enormes favores, dueños del dinero, corruptos y sinvergüenzas que hoy, como siempre, viven por encima de “nuestras posibilidades”, y un numero menor, pero no menos importante, de fascistas que ven como las tesis y formas del antiguo generalísimo va tomando posesión de las calles españolas.

Sordos.

No oyen los gritos del hambre, ni la desesperación de los parados, ni la de los universitarios que deben abandonar sus estudios por no poder hacer frente a las tasas, ni la de los padres que no pueden pagar la simbólica cantidad de 2 ó 3 euros para que sus hijos puedan llevar la comida de casa a sus colegios, ni a los enfermos crónicos a los que les han encarecido sus tratamientos, ni a los familiares de los grandes dependientes que ahora no tienen ayuda, ni a los desempleados de larga duración que se quedan sin subsidio, ni a las mujeres a las que les recortan el derecho al aborto, ni a los miles de inmigrantes que se quedan sin sanidad, ni a los jubilados que ahora pagan por sus medicinas, ni a los funcionarios a los que les han rebajado sus salarios, ni a los médicos a los que quieren impedir que traten en consulta ordinaria a enfermos que no sean portadores de la tarjeta sanitaria, ni a los enjuiciados que ya no podrán recurrir dado el encarecimiento de la justicia, ni a los jueces quejosos de haber frenado la modernización de la justicia, ni a los que pacíficamente protestan y ahora detienen por resistencia pasiva, ni a los desahuciados, a los manchados por la crisis que lo han perdido todo, ni los gritos de los independentistas, ni a nadie.

Sordos, y parece que también mudos.

No contestan, no cuentan cuales son sus verdaderas intenciones, trabajan por debajo de la mesa para que no veamos sus manos, sus tratos, sus compromisos con una Europa cada vez más insolidaria que, en nuestra crisis, solo ve el negocio de los intereses que genera nuestra deuda y a la que lo único que le preocupa es como cobrará lo prestado, sin importarle que sea a costa de la perdida de derechos de todo un pueblo, de su empobrecimiento, de sus penurias, sin importarle estar condenando a nuestro país al esclavismo y la dependencia de ordenantes que no son los naturales, el pueblo español.

Sordos, mudos y mentirosos

Mienten cada vez que hablan, solo nos cuentan medias verdades, camuflan la dureza de sus recortes y reformas detrás de bonitas, cuando no medias palabras, que confunden al ignorante votante, amparan sus medidas en falsas premisas que pretenden que creamos como si fuesen dueños de la única verdad, nos castigan con medidas injustas, favorecen a los de siempre, nos endeudan…

Todo les da igual, el lunes, de nuevo empezaran a maquinar como hacernos tragar un nuevo lote de medidas que anunciarán, como ya es costumbre, al siguiente viernes, y nos dirán que todo es por nuestro bien, no por el de los bancos y especuladores, nos volverán a decir que lo mejor para España es lo que están haciendo, que no hay otro camino que el elegido de forma tan radical por ellos…

Así, semana tras semana, manifestación tras manifestación…

La solución, desgraciadamente no la vamos a encontrar por este camino, voces gritos, consignas y manifestaciones no les llegan, no la oyen, no las miran y las desprecian.

Solo un gran paro nacional, indefinido y permanente, hasta que se vayan, es la solución.

No es el momento ya de hacer política, es el de actuar, sin violencias, pero con el convencimiento de que si nos paramos se tendrán que ir.

Aunque esta especie de convocatoria ahora también es delito, no por ello debo dejar de plantearla como la única solución viable.

Podrán considerar delito la propuesta, podrán acusar a quien la siga de “resistencia pasiva”, pero no podrán detener a todos los habitantes del país, no podrán juzgarnos ni encarcelarnos a todos.

Es la hora.

Si tardamos, el mal estará hecho, se habrán firmado los compromisos y habrán llegado los fondos que el gobierno utilizará para salvar bancos e hipotecar a los ciudadanos. No habrá vuelta atrás.

No lo podemos consentir, y ya vemos que gritar no es la solución, son sordos selectivos. Solo oyen lo que quieren oír, las pocas voces que aun los respaldan, los dueños de bancos, los grandes empresarios que no pagan impuestos, los especuladores y los que se mueven entre corruptelas como peces en el agua.
Así son...

Ellos mismos…, sordos, mudos, mentirosos y ciegos ante la realidad…



 




Jose Ramiro, bloguero