sábado, 25 de agosto de 2012

Del caos y el orden


El universo, caótico en su principio, con el paso de los eones ha terminado por convertirse en algo tremendamente previsible. Las estrellas cercanas y las lejanas galaxias están donde están, y siempre que miramos hacia ellas. Las vemos ahí, estáticas, como si no se movieran, a pesar de estar haciéndolo a velocidades (siempre relativas) enormes. Nuestro sistema planetario, se mueve cual mecanismo de precisión, como la  maquina de un reloj suizo, que dicen que son los mejores, y la Tierra da vueltas alrededor del sol sin pausa, una detrás de otra, haciendo llegar el otoño, y después el invierno, y así una vez, y otra, y otra más, con una cadencia perfecta, previsible…

A niveles astronómicos, el caos aun existe, y a distancias inconcebibles para el pobre cerebro humano, la tragedia cósmica no deja de ocurrir. Se crean nuevas estrellas y se destruyen otras, nacen nuevos soles y con ellos seguro que otros sistemas planetarios. El Universo, en su expansión constante tiene un comportamiento como de un gas, donde las moléculas (Las galaxias, los soles y sus planetas) se mueven de forma aleatoria en cualquier dirección, intentando ocupar todo el espacio, que a su vez, cada vez es más grande y por tanto el movimiento no cesa. Por las enormes dimensiones, y nuestra pequeñez con respecto a el, todo nos parece quieto, invariable, permanente… pero no es así

Me encanta el orden., el cósmico, por su previsibilidad. Es fantástico saber que cada día amanecerá, y que después anochecerá; es fantástico poder saber sin posible error a que hora aparecerá la luna en nuestro cielo y cual será su fase, poder localizar aquella estrella lejana que cada noche nos seduce, como si estuviera colgada en una gran tela envolvente sobre nuestras cabezas.…

Me encanta el orden cósmico…

Al gobierno de Rajoy le pasa como al cosmos, se ha vuelto previsible. Aquellos Consejos de Ministros que tanto nos preocupaban hace unos meses, se han ido convirtiendo en rutinarios, están medidos matemáticamente, y ya las nuevas medidas, los nuevos desatinos no nos sorprenden. Son previsibles.

Ayer, antes de la rueda de prensa de la vicepresidenta y sus ayudantes en comunicar desgracias, todos sabíamos que nos iban a contar las “mejoras” del Plan Prepara que habían maquinado, o como van a potenciar el mercado de alquiler. Nadie esperaba que salieran a decirnos que dimitían, o que nacía un nuevo impuesto para los que más tienen, o que fueran a dejar caer alguno de los bancos arruinados por la crisis. No, todos sabíamos con la suficiente antelación la dirección de sus medidas y el despropósito de sus argumentos.

En cada Consejo de Ministros, nacen nuevas ideas destructivas del estado, en cada comparecencia oímos alguna barbaridad, en cada acto publico vemos reflejada la derecha más rancia de nuestro país, en cada discurso vemos su radicalidad y lo poco que les importa el pueblo que gobiernan.

Son absolutamente previsibles…

Modifican las ayudas al desempleo, vendiéndonos una subida de 50 euros a los más necesitados, cuando en realidad, van a crear muchos más necesitados al retirar la ayuda un buen montón de personas que, según ellos,  se pueden… ¿mantener? a costa de sus padres, de sus abuelos o de sus hijos, con un criterio alejado de la realidad, pensando que la subsistencia es posible con esos indeseables 400 euros que limosnean a los desgraciados que ya lo han perdido todo.

Potencian el alquiler, gratificando a los propietarios con exenciones fiscales de hasta el 85% , favoreciendo, una vez mas al que tiene y permitirán que ante un impago, aunque involuntario de los recibos, en diez días puedan poner en la calle al inquilino, y sin que medie sentencia judicial siquiera. Es el desahucio expres, el que junto con una ley hipotecaria injusta y que favorece al prestamista (otra vez el que tiene) pondrá en la calle a muchos de esos a los que hoy les quieren retirar las ayudas.

Indeseable previsibilidad…

Son tan previsibles, que ya no nos sorprendemos. La sorpresa seria que de esas reuniones ministeriales surgiera alguna medida tendente a paliar la crisis, no la de los bancos y las empresas que durante años han abusado del bienestar ficticio creado a partir del ladrillo, no la de una Europa que hoy por hoy se enriquece con nuestra deuda, no… Medias tendentes a superar la crisis de pobreza y desempleo en la que vivimos, tendentes a superar el estado de necesidad, a veces ya orgánica, de muchos de nuestros conciudadanos, tendentes a superar el hambre, los desahucios, la precaria sanidad publica o a preparar a nuestros jóvenes para el futuro, tendentes a crear riqueza y potenciar el tejido industrial del país, tendentes a preparar un futuro mejor para nuestros descendientes y un retiro adecuado a nuestros ascendientes, tendentes a mejorar la realidad diaria del pueblo…

Pero no... Son indeseablemente previsibles

Se enriquecen, prevarican, se corrompen y ayudan a los ricos, a los prevaricadores, a los corruptos… Viven en un mundo separado, clasista, sexista, machista, homófobo y discriminatorio, dirigidos por una ideología de la derecha mas extrema, con el amparo de una iglesia consentida, de unos bancos que los financian y de unos empresarios que les deben favores, y se los pagan, que les procuran sueldos millonarios para cuando dejen “ la política y en la creencia de que este es el mundo de verdad, donde ellos mandan y los demás obedecemos.

El hartazgo es mayúsculo. Han creado un agujero negro por el que España se esta disolviendo. Pronto, todo esto estallara, como en el universo explotan las estrellas y el caos, de nuevo invadirá nuestro pequeño universo. A pequeña escala, pero ocurrirá.

Esto es tan previsible como sus acciones….

Jose Ramiro, bloguero