viernes, 20 de julio de 2012

Ruido hemos hecho


No soy yo amigo de grandes bullicios

Los motivos que congregan multitudes siempre me han hecho huir.

Las ferias, la Semana Santa, los eventos deportivos de masas… No, no me llaman. Me cansan. Me abruman. Me agobian.

Ayer, 19 de julio del 2012, como uno más de los españoles hartos del despotismo de este gobierno, decidí salir a la calle, y pensé que, como otras veces, mis sensaciones no serian buenas. Pensé, que seriamos pocos, que no nos sentiríamos apoyados…

Sin embargo, lo de ayer fue distinto. Me sorprendió que entre el gentío, entre el ruido, los apretones y empujones, los cánticos y lemas, los carteles, pancartas y banderas de mil colores (sobre las que con mucho destacaba la republicana), que acompañan esta clase de actos, se respiraba un ambiente enormemente solidario.

Todos los sectores, todas las clases, todas las ideas, todas las edades, avanzaban en una enorme ola de indignación movidos al unísono por un fin común: hacer que nuestro gobierno tome conciencia de que lo esta haciendo mal. Que esta gobernando contra el pueblo que lo eligió y le dio la oportunidad de gestionar nuestro futuro.

Tengo que reconocer, aunque en España siempre se ha dicho que llorar no es de hombres, que en el recorrido, viendo las caras de indignación, cabreo e impotencia, viendo el ímpetu con el que la gente sale a defenderse de estas medidas injustas, lloré.

Lloré profundamente emocionado al ver la fuerza del pueblo.
Lloré al ver a enfermos y ancianos, a gente con silla de ruedas entre la multitud. Dependientes que ven como le arrebatan unas ayudas ganadas en el esfuerzo y el tesón.
Lloré al ver medic@s y enfermer@s protestar por la merma del sistema sanitario.
Lloré al ver maestr@s y alumnos juntos, dolientes de una nueva reglamentación que masifica las aulas.
Lloré al ver universitari@s quejándose de tasas abusivas que, en muchos casos no les van a permitir seguir estudiando.
Lloré al ver a políticos, obreros, sindicalistas y gente sin filiación conocida gritar las mismas consignas, por las mismas causas.

Unos cientos salimos a las calles ayer. Unos cientos de miles de españoles, millones diría yo.

Todos movidos por un mismo motivo. Luchar contra unos recortes, no solo dinerarios, sino de nuestras libertades.
Movidos contra el desenfreno del gobierno, contra su frialdad e insensibilidad.
Movidos contra las imposiciones de una Europa que nos ahogan, que nos matan, que nos privan de nuestros derechos más fundamentales.
Movidos contra la inoperancia de un gobierno que está maltratando a sus ciudadanos.
Movidos contra la injusticia, la corrupción y el amiguismo
Movidos contra la altanería de unos políticos que se creen los dueños de este pobre país.
Movidos contra un gasto desmedido en inversiones aberrantes.
Movidos contra una gestión ineficaz de nuestros recursos y riquezas.
Movidos todos a la vez. Juntos. Unidos. La mayoría.

Tienen que habernos oído. Ruido hemos hecho...

Jose Ramiro, bloguero