viernes, 13 de julio de 2012

Sangre española


Si, a pesar de no haber nacido en España, soy español y por mis venas corre sangre española.

Y soy un español atípico, porque cuando juega la selección, no salgo con la manada gritando eso de “Soy español, español, español”. Ni tan siquiera veo los partidos.

Eso no me hace menos español…

Ahora, desde hace ya bastantes años, vivo aquí, en España. Aquí  esta mi familia, mi casa, mi vida… y aquí quiero seguir viviendo. Sin un sentido territorial demasiado fuerte, esta es mi tierra.

He vivido la transición ya desde una edad adulta, y he sido testigo de los grandes logros sociales que ha supuesto, del avance de este país en cuanto a los derechos sociales, y de cómo, con trabajo, esfuerzo y en muchas ocasiones dolor, hemos ido superando las trabas que, unas veces la indecencia política y otras, enfermedades como el terrorismo han ido poniéndonos en el camino.

Ahora, que ya parecía que todo había acabado, nos encontramos con que no es así.

España, está siendo destruida.

Lo peor, es que el enemigo lo seguimos teniendo dentro.

Son los herederos de aquel régimen del que salimos con tanto esfuerzo.

Son los mismos.

Gente que hace del clasismo su forma de vida y pretende imponer sus formulas al resto.

Déspotas sin corazón que odian al pueblo llano.

Gentuza…

Gente que hiere nuestras conciencias y nos hacen ver que “su clase” esta por encima de nosotros, que nos humilla…, que nos maltrata…

Gente que no admite el dialogo y se ampara en la fuerza que le da el poder y el dinero, que nos someten…, que nos desprecia.

Gente que nos quiere hacer viajar al pasado, a hace cuarenta y tantos años, que nos quiere como siervos y no como compañeros de viaje, que se sienten de una raza superior.

Su pureza ideológica esta por encima de nuestro mestizaje, y no admiten lo diferente.

Gente que nos ve como inferiores, como una casta servil y aborregada que debe inclinarse a su paso.

Gente que defiende su estatus en el convencimiento de que es un premio merecido por su nacimiento.

Gente orgullosa de ser y sentirse así.

Gente que se siente diferente, de otra altura

Gentuza…

La sangre española que corre por mis venas, hierve…

Hierve ante la injusticia de esa sociedad que nos quieren imponer.

Hierve ante el nepotismo descarado de nuestros políticos.

Hierve ante el desprecio con que nos tratan.

Hierve ante la corrupción y la inmunidad de su casta social

Hierve ante sus miradas frías y asépticas.

Ante sus insultos y burlas

Ante el recochineo manifiesto y la alegría con la que se marchan a sus casa

Ante los abusos de poder

Ante la fuerza mal utilizada

Ante la incomprensión

Ante la maldad encubierta tras esas falsas sonrisas y esos trajes caros.

Ante el maltrato social

Hierve mi sangre española.

Esa sangre, que ha sido tantas veces derramada para llegar hasta aquí.

Esa sangre que tantas veces se ha levantado contra el poder impuesto.

Hierve…

Y también hierve ante el conformismo del pueblo, ante la aceptación del día a día como si no hubiera otra solución. Ante el servilismo. Ante la dejadez.  Ante el pensamiento único impuesto por los políticos. Ante la serenidad de los ciudadanos. Ante la pasividad…

No se si podré enfriarla…

Hierve cada vez más fuerte…

Jose Ramiro, bloguero